El patrimonio artístico que atesoran las cofradías no es exclusivo de las corporaciones, si no que forma parte del patrimonio de todos los pacenses que, en mayor o menor medida, han contribuido para que se vaya conservando e incrementando a lo largo de los siglos. Un verdadero tesoro digno de conocer y valorar y que hace a nuestras hermandades un verdadero museo plástico y vivo que, una vez al año, recorre las calles de nuestra ciudad.