Siendo reconocida con el título de «Fiesta de Interés Turístico Nacional» en 2011, la Semana Santa de Badajoz se presenta como un impactante conjunto de espiritualidad, historia, expresiones artísticas, colores vibrantes y sobriedad.

Las raíces de la Semana Mayor de Badajoz se sumergen en el siglo XVI, testificando el desfile de más de cuarenta cofradías por sus calles a lo largo de los años. En la actualidad, once de estas cofradías, cada una con su propia narrativa, despliegan monumentos y obras de arte por los encantadores rincones del casco antiguo. Este despliegue artístico es posible gracias al dedicado trabajo de los costaleros, quienes asumen la responsabilidad de llevar los pasos procesionales.

La festividad se inicia en el Viernes de Dolores y concluye en el Domingo de Resurrección, con cada día marcado por procesiones exclusivas y emotivas. El Jueves Santo destaca como el más significativo, con la salida de la Patrona, la Virgen de la Soledad, encapsulando no solo un evento religioso, sino un vivo testimonio de la rica historia, el arte excepcional, la devoción palpable y las tradiciones arraigadas en la esencia de la ciudad.

La Procesión Magna del Santo Entierro, una extraordinaria celebración que tiene lugar cada cinco años en Badajoz, congrega a todas las cofradías de la ciudad con sus respectivos pasos.

Este evento inaugural se llevó a cabo en la Semana Santa de 1949, tras la firma del acuerdo por la Junta de Cofradías de Penitencia en Badajoz el 13 de febrero de ese mismo año. La organización meticulosa de este acto, divulgada con detalle, contribuía al orden y esplendor de la procesión. A partir de las 5 de la tarde, las distintas Hermandades y Cofradías iniciaban sus salidas desde las iglesias, integrándose en el itinerario oficial a las 5:45 h. El desfile procesional unificado se completaba desde la emblemática Plaza de la Soledad, donde convergían para cubrir la totalidad del recorrido.

Cada paso estaba precedido por la Cruz de Guía de la Cofradía, su Cruz Parroquial, estandartes y Junta de Gobierno, con los nazarenos flanqueando en las filas laterales. Los pasos eran escoltados por soldados de Infantería, Policía Armada y Guardia Civil.

Tras una pausa, la Procesión Magna del Santo Entierro se reanudó a partir de 2007, con la participación de doce pasos y más de 4.000 personas, incluyendo costaleros, nazarenos, miembros de las juntas de gobiernos de todas las cofradías, autoridades civiles y militares, y bandas musicales.