Año tras año hay ritos que se repiten en la intimidad del hogar de los cofrades. Todos y cada uno de ellos tienen un profundo significado. Sin embargo, éstos se llevan a cabo, con total naturalidad, pues han sido aprendido desde la cercanía de lo doméstico. En muchos casos son costumbres que se trasmiten de padres a hijos. Los abuelos también tienen un papel fundamental a la hora de transmitir la tradición cofrade y religiosa. Seguramente, ellos la aprendieron a su vez de los mayores. Y así se habrá de ir repitiendo por siempre.