La Semana Santa de Badajoz es un caleidoscopio de religiosidad, historia, recogimiento, arte, color, aroma, lujo y austeridad, todo entrelazado en un esplendor que ha llevado a la festividad a obtener el título de «Fiesta de Interés Turístico Nacional» en 2011. Ahora, con justicia, aspira a ser reconocida como «Fiesta de Interés Turístico Internacional».
La rica tradición de la Semana Mayor de Badajoz se remonta al siglo XVI, con evidencias de cofradías ya en el XIV. Entre las once cofradías actuales, algunas datan del XVI y XVII, mientras que otras contemporáneas no se quedan atrás en términos de calidad. La ciudad albergó más de cuarenta cofradías a lo largo de los siglos, respaldadas por la presencia de numerosos conventos e iglesias. La modestia de estas cofradías, a menudo pasadas por alto durante los siglos de ataques a la ciudad, se revela ahora con títulos como «Pontificias» y «Reales», que han sido revelados recientemente.
Los desfiles procesionales de Badajoz, con una tradición centenaria, exhiben monumentos y obras de arte que desfilan por las hermosas calles y plazas del barrio antiguo. Más de 10,000 hermanos se unen a estas procesiones, destacando la contribución silenciosa de los costaleros, quienes, recuperando la tradición, han asumido la responsabilidad de llevar los pasos. Pero más allá de la participación, es la magnífica imaginería la que destaca, con piezas excepcionales de los siglos XVI y XVII, como el «Cristo de la Espina», «de la Paz», «Yacente», entre otros.
La Semana Santa de Badajoz también es notable por sus monumentales andas, talladas en madera dorada y metal plateado, provenientes de reputados talleres sevillanos y artesanos locales. Las cofradías destacan por sus bordados y orfebrería en estandartes, mantos, palios, entre otros, con firmas acreditadas a nivel nacional.
La festividad comienza en el Viernes de Dolores y se extiende hasta el Domingo de Resurrección. Cada día está marcado por procesiones únicas y emotivas, desde la Hermandad de Jesús Obrero en el Viernes de Dolores hasta la Cofradía del Resucitado en el Domingo de Resurrección.
Cada cofradía tiene su propia historia y contribución artística, como la Cofradía de la Entrada Triunfal de Cristo en Jerusalén, que desfila bajo el sol del Domingo de Ramos, o la histórica Hermandad del Dulce Nombre de Jesús y Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amparo en el Martes Santo. Destacan también procesiones como la del Santísimo Cristo de la Paz en la madrugada del Viernes Santo, que impresiona con su sobriedad y el desfile de casi 1,000 penitentes.
El Jueves Santo es especialmente significativo, con la salida de la Patrona, la Virgen de la Soledad, acompañada por el Cristo de la Humildad y Paciencia. Esta procesión, llena de devoción, es uno de los momentos culminantes de la Semana Santa pacense.
La Semana Santa de Badajoz no solo es un evento religioso, sino un testimonio vivo de la rica historia, el arte excepcional, la devoción palpable y la tradición arraigada en la ciudad. La declaración de «Fiesta de Interés Turístico Internacional» sería un reconocimiento merecido para esta celebración que cautiva a los extremeños y atrae a visitantes de todas partes.